Somos Hermanos Misioneros que consagran sus vidas por medio de la profesión de votos de pobreza, castidad y obediencia; y se comprometen a trabajar por infundir el espíritu misionero en todo el Pueblo de Dios y la misión adgentes.
Estos Hermanos se ponen a disposición de los señores obispos para el apostolado que, como sucesores de los apóstoles y pastores de la grey, les confían. Y en aquellos lugares donde la Iglesia no está asentada, procurarán con la gracia de Dios, crear las condiciones exigidas por el Derecho para la implantación de una Iglesia Particular.
Nuestro Carisma:
Siguiendo el mandato de Jesús y las continuas exhortaciones de la Iglesia de llevar la Enseñanza del Divino Maestro a todos los hombres (Mt 28,19) los Hermanos tienen por finalidad evangelizar sin fronteras, impregnar la cultura con el Evangelio de Jesús y animar a todo el Pueblo de Dios a la misión universal. Los Hermanos de MGR se ponen a disposición de los señores Obispos como estrechos colaboradores en su tarea pastoral.
¿A qué se dedican los Hermanos Misioneros?
Los Hermanos se dedican tiempo completo a la evangelización, consagrando sus vidas a un apostolado exigente, ofreciéndose como oblación perenne a favor de la salvación de todos los hombres. Esa disponibilidad a la misión la vive cada uno en su oficio. Sé es misionero siempre, en la comunidad o fuera de ella, en la oración, la vida fraterna, el trabajo manual, el apostolado, ¡siempre! Por lo tanto los Hermanos profundizarán su conciencia misionera teniendo siempre presente a Jesucristo mediador entre Dios y los hombres, tanto en su vida oculta en Nazareth, como su vida pública en Galilea… en su intimidad con el Padre en la oración y fidelidad a su misión, en el sacrifico de la Cruz… Perpetúan esa mediación, unidos a Cristo Cabeza, en la fidelidad a la Iglesia.